jueves, 17 de abril de 2014

EN LA PUERTA

 

Después del trabajo necesitaba aire, brío,...fui a trotar un poco, a cazar un poco naturaleza en esta gran urbe. Y como no, tras una vueltica, mi estomago estaba respingoneando.

Alerta! al supermercado antes del cierre. 21h45!!! Con mallitas y unas zapatos dando sus últimos trotes y que utilizo solo en casa, me lanzo a la acera de enfrente. Extraño, nunca paso por ella ahora que han coloreado todos los postes de mi acera.

A unos metros veo ya el super mas cerca cerrado. Pues al otro de inmediato!
Una chavalita me interrumpe el paso. "Do you speak English?" Digo yo por dentro, "ya me han liado, que yo tengo que ir al super y tengo breves minutos".

Enseguida reconozco que mi cena puede esperar. Las dos niñas y la madre es muy posible que pasen la noche en la calle bajo la lustrosa luna llena. Situación bohemia cuando se busca,..pero no cuando no queda otra. Hago el 19 de la policía,..me dicen tras mucha espera hacer el 115 "Samu social". Y claro, linea saturada a estas horas!

Mi estomago insiste pero cuando comprendo que ellas han comido menos que yo, no puedo sino ofrecerles ese mi pequeño rinconcito,...y sentirlo del máximo confort. Voy al super y luego nos vamos todas para casa.

La chavalita mayor, que ya se ahora que se llama Casandra y tiene 13 años, tiene miedo que no vuelva como prometido, así que me encomienda a su chiquitina, de 9 pero que parece un ratoncito de 6 años,..que me coge de la mano y me arranca en el super las compras para llevarlas ella,..para ordenarlas graciosamente en la cinta de la cajera,..que quiere llevar ella una bolsa y la otra yo. Que saltaba y corría por la calle para llegar lo mas rápido.

Esos instantes con ella cogida de la mano no se me olvidaran nunca.
Su madre la he sentido preocupada como si se le fueran a arrancar a su hija.

Había algo que me ha interpelado desde que las he cruzado hasta que hemos llegado a casa. La niña pequeña portaba la gran maleta. La grande cogía y guiaba a su madre y en el otro brazo llevaba una bolsa con mantas. Pero no entendía.

Solo mientras en casa ya comíamos unos spaguettis con tomate y un poco jamón con  pepinillos, he sabido que la madre es ciega. Caramba!, ahora entendí eso que no entendía.

Pregunté por su padre. "Se fue de la cabeza y mató a su tío". Su madre separó y cogió las maletas.

Yo solo podía intercambiar con las niñas, en inglés reducido. Son de Albania y el idioma muy complicado.

Ya cuando nos íbamos a disponer a prepararnos para dormir. Sonó el teléfono. Una señora del SAMU Social. "Una habitación de hotel social para esta noche, mañana de nuevo la calle y el 115".

"En esas condiciones yo no las dejo marchar". Ha llamado en dos ocasiones mas; La ultima para concluir que podían tener un hotel para 7 días. Buena oferta!!

Con casi pena y también alegría de que ellas puedan descansarse por una semana, y tras esta foto, las acompaño al metro, a esa otra punta de París. Ronda la media noche pero aquí nadie esta cansado.

Un hotel muy austero, "Hotel des Bains", de esos que uno se acuerda de las noticias anunciando que uno tomó fuego y todos sus ocupantes, la mayoría inmigrantes recién llegados murieron en las llamas o asfixiados. Un hotel delabrado. En la recepción unas sillas roídas como lo estaba la moqueta del suelo que flotaba sobre las escaleras de madera que allí llevaban.

La habitación era austeramente acogedora. Podrán descansar unos días en ese 115, Avenue de Clichy. Las he ayudado a instalarse. Allí iré a verlas.

Se han quedado bien profundo en mi alma.

La vida no es fácil para algunos,..y la sonrisa y la fuerza que tenían esas niñas y madre agotadas tras los cinco días desde su llegada, durmiendo donde pueden,....eso no tiene  precio. Me han enseñado algo mas en esta vida que no conocía.

Un brindis por ellas y por tod@s que pese a la adversidad guardan una sonrisa a la vida.
Que esa sonrisa les siga abriendo puertas.

Casandra (13)- Andrea (9) y su mamá (36).
 

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